Lisbet Gorguis entre sabores, familia y éxito empresarial

Desde la calidez de su Cuba natal hasta las oportunidades que encontró en Estados Unidos, la historia de Lisbet Gorguis es una travesía marcada por la resiliencia, el amor a la familia y una pasión innata por la cocina y los negocios. Nacida en una familia fuertemente arraigada a la cultura cubana, pero con raíces gallegas gracias a su bisabuela española, Lisbet creció entre los aromas y tradiciones que florecían en las cocinas de sus padres y abuelos.

A los seis años, su vida cambió drásticamente cuando su familia decidió migrar a Venezuela en busca de estabilidad. Allí, rodeada de nuevas experiencias, continuó alimentando sus raíces familiares a través de la cocina. Pero sería a los trece años cuando su historia daría un nuevo giro al llegar a Estados Unidos, país que se convertiría en su hogar definitivo.

Con apenas 16 años, Lisbet se casó con el amor de su vida y, desde entonces, ha formado una familia sólida con dos hijos. Por más de tres décadas, ha mantenido el calor del hogar con devoción, haciendo de la cocina no solo un acto diario, sino una expresión de amor, unidad y legado.

Una empresaria que navega con fuerza

Más allá del hogar, Lisbet también ha dejado una huella firme en el mundo empresarial. Gracias a su visión y preparación profesional —es graduada en Administración de Empresas en EE.UU.—, ha construido una compañía especializada en seguros de embarcaciones comerciales y recreacionales, tanto dentro como fuera del país. Su empresa ha sido clave para proteger inversiones en una industria en crecimiento, ofreciendo seguridad y respaldo a quienes navegan por placer o por negocios.

Este nicho de mercado, poco explorado por mujeres, se ha convertido en una oportunidad para Lisbet de demostrar que el liderazgo femenino también puede sobresalir en sectores dominados por hombres. Su enfoque personalizado, conocimiento técnico y compromiso con el servicio al cliente han hecho de su firma una referencia en el sector de seguros náuticos.

Pasión que se cocina a fuego lento

A pesar de las exigencias del mundo empresarial, Lisbet nunca ha dejado de cocinar. Con disciplina, planificación y una admirable organización diaria, logra equilibrar su rol como madre, esposa y empresaria, sin dejar de lado su tiempo personal. Planifica menús semanales desde temprano cada mañana, lo que le permite mantener una alimentación familiar sana y deliciosa sin renunciar a sus múltiples responsabilidades.

Pero hay más que comida en su vida: Lisbet también es bailaora de flamenco, una afición que la conecta con sus raíces españolas y le permite expresarse con la misma pasión que pone en cada receta. El flamenco, al igual que la cocina, es para ella una forma de arte, una vía para transmitir emociones y celebrar la vida.

Una vida sazonada con amor y propósito

Hoy, Lisbet Gorguis no solo comparte su tiempo entre la oficina y la cocina, también comparte con otros las recetas que han marcado su historia. Cada platillo es una muestra de amor, una lección de vida y un testimonio de cómo es posible lograr equilibrio, éxito y felicidad sin renunciar a lo que uno ama.

Su vida es una combinación exquisita de tradición, visión empresarial y pasión auténtica. Y en cada historia que cuenta, en cada plato que sirve y en cada cliente que atiende, se percibe una misma esencia: la de una mujer hecha de raíces fuertes, corazón generoso y espíritu emprendedor.

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