De vender arepas en la calle a conquistar Chicago: La historia de éxito de una familia venezolana

En el corazón de Chicago, una familia venezolana ha transformado su pasión por la cocina en un fenómeno gastronómico que ha capturado los corazones y paladares de los habitantes de la ciudad. María Eugenia Uzcátegui, junto a su esposo y su familia, ha llevado el auténtico sabor de Venezuela a tres restaurantes que son un verdadero símbolo de perseverancia y unidad familiar.

Todo comenzó hace diez años, cuando María Eugenia decidió dejar su vida en Venezuela para buscar un futuro mejor en Estados Unidos. Con un sueño en mente y un espíritu indomable, se embarcó en una aventura que cambiaría su vida y la de su familia para siempre.

Un comienzo humilde

Después de un breve paso por Miami, donde enfrentó el desafío del idioma y la adaptación cultural, María Eugenia se trasladó a Chicago. Allí, la idea de vender arepas surgió casi por casualidad, durante una conversación familiar. Con el apoyo de su esposo, un chef talentoso, y su madre, comenzaron a vender arepas en las calles, sorprendiendo a todos con la acogida que tuvieron.

“Empezamos en la calle, sin un plan definido. Solo queríamos compartir un pedacito de nuestra tierra”, recuerda María Eugenia. Su primera venta fue un éxito rotundo, lo que les impulsó a abrir un pequeño local en 2017, donde la comunidad comenzó a reconocer el sabor auténtico de las arepas.

Crecimiento y reconocimiento

A medida que la demanda crecía, también lo hacía su visión. Con el tiempo, abrieron un segundo y un tercer local, cada uno con un enfoque más refinado y atractivo para una clientela diversa. “Nuestra meta siempre ha sido hacer sentir a todos bienvenidos, sin importar su nacionalidad”, explica María Eugenia.

La clave de su éxito no radica solo en la calidad de la comida, sino en la constancia y el trabajo en equipo. “Cada día es un nuevo desafío, pero la fe en nuestro proyecto y en nosotros mismos nos ha mantenido en pie”, añade.

Sabor y tradición

El menú de Rica Arepa es un homenaje a la gastronomía venezolana, ofreciendo una variedad de opciones que van desde la clásica arepa de pabellón hasta innovadoras combinaciones que han conquistado a los estadounidenses. “Queremos que cada cliente se lleve una experiencia, no solo una comida”, menciona.

Además, su enfoque inclusivo ha permitido que personas de diferentes orígenes disfruten de sus platos, creando un espacio donde la cultura venezolana se celebra y comparte.

Un legado familiar

Trabajar en un negocio familiar tiene sus desafíos, pero también sus recompensas. “A veces es complicado, pero hemos aprendido a dividir responsabilidades y a apoyarnos mutuamente”, dice María Eugenia. Su madre y hermano también forman parte del equipo, asegurando que cada plato sirva no solo como alimento, sino como un pedazo de su identidad.

“Representar a Venezuela aquí es más que cocinar; es mostrar quiénes somos, nuestra alegría y nuestra cultura”, concluye María Eugenia, con una sonrisa que refleja la pasión que impulsa a Rica Arepa.

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