¿Eres amante de los tacones pero temes al dolor que provocan después de unas horas? La reconocida especialista en medicina estética, Dra. Shenasi Aranda, ha desarrollado una técnica revolucionaria que está transformando el mundo del calzado femenino: el uso terapéutico de toxina botulínica para eliminar el dolor asociado al uso de tacones altos.

Esta innovadora técnica, conocida como “Tacones sin dolor”, permite que las mujeres luzcan elegantes sin tener que sufrir. A través de una aplicación precisa y controlada de bótox en zonas clave del pie, como el arco y el talón, se logra relajar ciertos músculos plantares, reduciendo significativamente la presión, el dolor y la fatiga provocados por el uso prolongado de zapatos de tacón.

“La toxina botulínica no solo tiene aplicaciones estéticas en el rostro. En los pies, actúa bloqueando señales nerviosas que hacen que ciertos músculos se contraigan, lo que ayuda a aliviar el malestar y permite a las mujeres caminar con mayor comodidad”, explica la Dra. Aranda.

Más allá de la estética: bienestar en cada paso

El tratamiento no solo es ideal para quienes usan tacones con frecuencia, sino que también puede beneficiar a personas que sufren de afecciones como fascitis plantar o hiperhidrosis (sudoración excesiva) en los pies. Además, es una alternativa mínimamente invasiva y no quirúrgica, lo que lo convierte en una opción segura y conveniente para muchas pacientes.

La técnica es ambulatoria, con mínimos efectos secundarios como inflamación o pequeños moretones temporales. Los resultados son efectivos durante un período de 4 a 5 meses, tras el cual puede repetirse el procedimiento.

“La moda no debería doler, y gracias a los avances médicos hoy es posible caminar con seguridad, belleza y bienestar”, concluye la Dra. Shenasi Aranda.